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Revelan un extraño “humo marino” en imágenes de la NASA

El particular hallazgo es una intriga para la comunidad científica, dado que las nuevas imágenes satelitales de la Esta neblina, conocida como “humo de mar” o bruma marina, se eleva desde el agua y da la sensación de envolver el área en un nube fantasmal, dando un raro espectáculo natural que nunca se había captado en esa región antártica.

El glaciar “Isla Pine” es una de las masas de hielo más críticas del continente antártico y funciona como un corredor de salida para el hielo de la Plataforma de Hielo de la Antártida Occidental hacia el “mar de Amundsen”.

Este hallazgo visual no solo posibilita ver el “humo de mar”, sino que a su vez revela corrientes de nieve que son impulsadas por los intensos vientos que barren la zona, denominados “vientos catabáticos”.

Las imágenes no solo presentan un espectáculo visual, sino que también brindan valiosos datos para los científicos que estudian los efectos de los cambios climáticos en esta región totalmente helada y remota del planeta.

El “humo de mar”, también es conocido como neblina ártica en otras latitudes, es un fenómeno que ocurre cuando el agua del océano, comparativamente más cálida, entra en contacto con el aire frío.

En estas condiciones, el agua más caliente comienza a librar vapor, el cual se condensa casi de inmediato al entrar en contacto con el aire polar extremadamente frío, formando una niebla que parece flotar sobre la superficie del agua.

Este proceso puede compararse al vapor que se desprende de una taza de café caliente en una habitación fría, donde la condensación forma pequeñas gotas de agua visibles en el aire.

Para que este fenómeno pueda ocurrir en el área, deben confluir condiciones atmosféricas específicas.

El viento catabático es una corriente de aire que se produce cuando el aire frío y denso de las zonas elevadas desciende por la pendiente, impulsado por la fuerza de gravedad, hacia zonas más bajas y cálidas.

En la Antártida, estos vientos son especialmente intensos y se desplazan a gran velocidad desde el interior helado hacia las costas, arrastrando consigo nieve y polvo de hielo en el proceso. Este fenómeno es típico en la primavera antártica, cuando las corrientes de aire son más importantes después de haber permanecido aisladas durante el invierno.