Inicio » Presentaron las “Reglas de Oro” para una pesca sostenible
El trabajo publicado es parte del análisis elaborado por expertos en biología, oceanografía, ciencias sociales y economía vinculados a la pesca sostenible, donde se insta a políticos, armadores, trabajadores y actores en general del sector, a que se adopten estas denominadas “Reglas de Oro”, basadas en dos principios y en once acciones claves.
El sitio www.thefoodtech.com indicó sobre el tema que unas reglas basadas por un lado en minimizar los impactos sobre las especies y los ecosistemas marinos, adaptarse al cambio climático y asegurar la regeneración y recuperación de las poblaciones de peces y de los hábitats marinos agotados, son claves.
“Por otro lado, en que la pesca debe mejorar la salud, el bienestar y la resiliencia de los seres humanos y de las comunidades, especialmente de las más vulnerables, y ‘dejar de servir a los intereses económicos de las empresas que concentran los beneficios mientras los ciudadanos soportan los costes’”, añaden.
Sostienen a su vez que la iniciativa pretende sentar las bases de una reforma destinada a transformar radicalmente la gestión del mayor bien común del planeta, el océano, y de una actividad como la pesca que es la principal causa de destrucción de su biodiversidad.
Luego de un estudio de varios años, los investigadores han consensuado de manera unánime que la definición actual de pesca sostenible es deficiente y peligrosa y está llevando al agotamiento continuo de las especies marinas, a la destrucción de hábitats y sumideros de carbono y a la desaparición de pescadores artesanales en todo el mundo.
“Según el estudio, el enfoque ‘anticuado de la supuesta sostenibilidad’, ignora factores cruciales tanto humanos como ambientales, y señala que las normas actuales de sostenibilidad» no logran responder a los desafíos urgentes que plantean la crisis climática y el colapso de la biodiversidad”, destacan los investigadores.
Por el contrario, sostienen que respalda prácticas industriales altamente capitalizadas que benefician a los países del Norte, pero perjudican los ecosistemas y las finanzas públicas, y ponen en peligro la pesca artesanal, la seguridad alimentaria y amenazan el empleo.
“Este trabajo defiende prácticas pesqueras que preserven las funciones vitales de los ecosistemas marinos, mitiguen el cambio climático, garanticen la seguridad alimentaria y respeten los derechos humanos”, sostiene el profesor y biólogo marino de la Universidad British Columbia, Daniel Pauly.
Callum Roberts, profesor de la Universidad de York, subraya sobre el tema que “debemos considerar la pesca como un privilegio y no como un derecho. La vida marina es un bien público que debe beneficiar tanto a la sociedad como a la naturaleza, y no debe ser objeto de una carrera de recursos motivada por el lucro privado”.